Lesiones fisiarias

Las lesiones fisiarias (fracturas fisiarias) son aquellas que se asientan en la fisis de los cartílagos de crecimiento y cuyo trazo de fractura puede ir recorriendo o cruzando dicha estructura, provocando como resultado la separación de la epífisis o la totalidad de ella de la metáfisis (parte larga de los huesos).

El cartílago de crecimiento o fisis, es una capa de tejido con células capaces de desarrollarse, crecer y transformarse en hueso, con lo cual permite el crecimiento de los huesos largos.

 

Las lesiones fisiarias se presentan únicamente en los niños, ya que son los únicos que cuentan con cartílagos de crecimiento. La mayoría de los niños presentan cartílagos de crecimiento hasta los 16 años, antes de esta edad los niños tienen un gran potencial de remodelación, es decir que los huesos pueden repararse de una manera más rápida que en los adultos.

Las lesiones fisiarias son comunes en los niños por el desarrollo y la actividad física que tienen, siendo más comunes entre los 12 y 15 años. Antes de los 16 años, es muy común que el 30% de los niños presente al menos una fractura fisiaria.

Causas.

Las causas dependerán del entorno ambiental que rodee al niño, la actividad que realice, siendo las causas traumáticas las de mayor frecuencia en este grupo de edad.

También puede haber lesiones en los cartílagos de crecimiento de manera secundaria a otras causas, como por ejemplo, tumoraciones, lesiones de tejidos blandos, entre otras.

Síntomas.

Entre los signos y síntomas que se pueden presentar en el niño que presenta una lesión fisiaria podemos destacar:

  • Tumefacción o inflamación.
  • Deformidad en lesiones graves.

Los datos de una lesión fisiaria son iguales en algunos casos a los de una fractura en los adultos, sin embargo, las lesiones fisiarias en algunos casos pueden ser asintomáticas y ahí está la importancia de consultar con el especialista para poder detectarlas, ya que un daño en el cartílago de crecimiento pudiera causar un daño posterior en el correcto desarrollo del mismo.

Tratamiento.

El tratamiento va a depender de varios factores y de la gravedad del problema clínico:

  • Localización de la placa de crecimiento.
  • Extensión de la zona lesionada.
  • Crecimiento residual expectante de la placa fisiaria.

Generalmente en las lesiones fisiarias que no están desplazadas y no comprometen el cartílago de crecimiento, el manejo es conservador, es decir, únicamente con yeso por unas 4-6 semanas hasta que la lesión sane.

En fracturas o lesiones que comprometen el crecimiento correcto del cartílago de crecimiento, el tratamiento depende del grado de deformidad y el crecimiento restante del niño, se puede utilizar crecimiento guiado como cirugía mínima invasiva o algunas osteotomías de alineación, es decir, cortar un poco del hueso y permitir que el cartílago de crecimiento tenga espacio para seguir creciendo, evitando con esto el cierre prematuro del cartílago y evitando complicaciones posteriores.

Es importante al final mencionar, que el tratamiento va a estar determinado según el especialista, en este caso, el ortopedista pediatra, el cual analizará todas las variables a favor y en contra para poder brindarle el mejor apoyo al niño.

Pronóstico.

En general, el pronóstico en todas las lesiones fisiarias de los niños es bueno si se da el manejo adecuado en el tiempo adecuado.

La mayoría de los niños tratados a tiempo, quedan sin secuelas o algún daño permanente.

En los niños que no son tratados a tiempo o que existe un cierre del cartílago de crecimiento secundario a una lesión, puede presentar una detención del crecimiento, por lo que el hueso dejará de crecer de manera longitudinal, lo cual puede causar deformidad en los miembros afectados, dolor, limitaciones funcionales, entre otras.

Diagnóstico.

El diagnóstico va a estar basado en una combinación entre los datos clínicos, la exploración física, una buena historia clínica y los estudios de imagen para hacer el diagnóstico certero.

Entre los estudios diagnósticos, el más común que se utiliza es la radiografía de la zona afectada. Muy rara vez se pedirán estudios diferentes como la resonancia o la tomografía para hacer el diagnóstico, estos son utilizados mayormente en lesiones secundarias a tumoraciones, lesiones de tejidos blandos, entre otras.

¿Cuándo contactar a un especialista?

Usted puede contactarme cuando su hijo presente un evento traumático y sospeche algunos datos sugestivos de fractura, como dolor persistente, inflamación, presencia de moretones en la zona del golpe, limitación funcional, irritabilidad, etc.

Recuerde que algunas lesiones fisiarias pueden pasar desapercibidas, por lo que será importante descartar esto con el ortopedista pediatra para llevar el manejo adecuado y evitar complicaciones posteriores.

Referencias.

Olsen B. Urgencias en traumatología, fracturas frecuentes en niños. An Pediatr Contin. 2009;7:177-81 – Vol. 7 Núm.3 DOI: 10.1016/S1696-2818(09)71124-2. Disponible en: http://www.apcontinuada.com/es/urgencias-traumatologia-fracturas-frecuentes-ninos/articulo/80000499/

Ogden JA. Skeletal injuries in the children. Philadelphia: Lea Febriger, 1990.