Displasia del desarrollo de la cadera

Para el adecuado desarrollo de la cadera en los bebés es necesario que exista un contacto constante y congruente entre el acetábulo (la copa) y la cabeza del fémur (la esfera) que juntos forman la articulación coxofemoral o comúnmente llamada articulación de la cadera. La displasia de cadera típica (DDC), anteriormente conocida como luxación congénita de cadera, comprende alteraciones en la formación de la articulación coxofemoral de los niños (as) incluyendo un borde anormal del acetábulo (displasia) y mala posición de la cadera femoral, que alteran su función causando una luxación o subluxación de la cadera, es decir, un desarrollo anormal de la cadera en los bebés condiciona que ésta salga de su lugar afectando la marcha de los niños (as).  

Causas.

Se sigue aun estudiando el origen de éste padecimiento, sin embargo se sabe que los bajos niveles de líquido amniótico en el útero durante el embarazo pueden incrementar el riesgo de que el bebé padezca esta enfermedad.

Otros factores de riesgo incluyen:

  • Ser el primer bebé.
  • Sexo femenino.
  • Posición pélvica en embarazo (de nalgas).
  • Antecedentes familiares.
  • Gran peso al nacer (más de 4kg).

En México se presenta por cada 1-1.5 de cada 1,000 nacimientos. Y si hay familiares cercanos (padres, abuelos, hermanos) que hayan padecido la enfermedad, el riesgo se incrementa. La displasia de cadera se puede presentar en una o ambas caderas y algunas veces acompaña otras malformaciones óseas como el pie equinovaro.

Síntomas.

De recién nacidos el bebé puede no presentar síntomas generales, sin embargo, lo que principalmente se presenta en un niño (a) con DDC es:

  • La cadera con el problema puede hacer que una pierna sea más corta que otra.
  • Imposibilidad para la abducción de la cadera, es decir, el niño no puede abrir completamente la cadera afectada.
  • Diferencia en los pliegues cutáneos (piel) en la región de la cadera.

Después de los 3 años podemos observar con más evidencia la diferencia de longitudes de los miembros inferiores.

Cuando el niño comienza a caminar puede presentar:

  • Cojera o marcha en Trendelemburg (Marcha de pato).
  • Asimetría en miembros inferiores.
  • La curva en la región lumbar (espalda baja) se hace más pronunciada, fenómeno compensatorio conocido como hiperlordosis.

Tratamiento.

Cuando el problema se encuentra durante los primeros seis 6 de vida, se utiliza un dispositivo o arnés (de Pavlik) para mantener las piernas separadas y volteadas hacia afuera (posición de rana). Este dispositivo por lo general sostiene la articulación de la cadera en su lugar mientras el niño crece para permitir el correcto desarrollo.

El arnés funciona en la mayoría de los niños menores de 6 meses, pero disminuye su eficacia en niños mayores de 6 meses de edad debido a que las fuerza musculares se incrementan con la edad.

Los niños que no mejoran o que son diagnosticados después de los 6 meses con frecuencia necesitan cirugía dependiendo de los criterios del ortopedista pediatra y la afectación de la cadera del niño(a). Después de la intervención quirúrgica, se coloca una férula en las piernas del niño durante un tiempo, el tiempo depende de la correcta estabilización de la cadera.

Pronóstico.

Si la displasia de cadera se detecta en los primeros meses de vida, casi siempre puede tratarse con éxito por medio de un dispositivo de posicionamiento (dispositivo ortopédico) el cual asegura el correcto desarrollo del a cadera. En unos pocos casos, es necesaria la cirugía para reubicar la cadera en la articulación.

La displasia de la cadera que se detecta después del comienzo de la lactancia (mayores de 1 año) puede llevar a un pronóstico reservado y puede requerir una cirugía más compleja para reparar el problema.

Pruebas y exámenes.

Los médicos pediatras normalmente examinan a todos los recién nacidos para descartar la posibilidad de tener DDC.

Existen varios métodos para esto, el más común es la exploración física de la cadera en la cual podremos escuchar chasquidos o crujidos cuando se presionan las caderas. Estás maniobras buscan luxar a propósito una cadera luxable (Maniobra de Barlow) o buscan regresar a su lugar dicha cadera (Maniobra de Ortolani). Cualquiera de las dos es muy indicativo de padecer DDC.

La ecografía (ultrasonido en menores de 3 meses) es una buena herramienta para que el ortopedista pediatra se oriente al diagnóstico certero. Las radiografías se usan en niños  mayores de 3 meses y también son útiles para el diagnóstico.

Complicaciones.

Los dispositivos ortopédicos pueden ocasionar irritación de la piel. Las diferencias en las longitudes de las piernas pueden persistir a pesar del tratamiento apropiado.

Sin tratamiento, la displasia de la cadera ocasionará artritis y deterioro de la cadera misma, lo cual puede ser gravemente debilitante.

¿Cuándo contactar a un profesional médico?

Puedes consultar conmigo si sospechas que tu hijo(a) no tiene la cadera en posición apropiada o signos mencionados anteriormente. O si tu pediatra sospecha en su revisión de una probable displasia de cadera o existe en el historial familiar algún antecedente.