Genu valgo

El término de «Genu Valgo» o Rodillas Valgas, se refiere a la postura en la que cuando las rodillas se tocan, los tobillos están separados entre sí, de modo que las piernas adquieren una típicamente una apariencia en X, siempre simétrica.

Esta postura es típica del niño entre los 3 y los 5 años de edad, y debido al eje de carga de las extremidades sobre los tobillos y los pies, suele acompañarse de una apariencia en valgo de los tobillos, que contribuye con el aspecto de pie plano.

Lo común y esperado es que durante el desarrollo esta postura en valgo irá disminuyendo hasta adquirir la alineación definitiva del adulto que es en discreto valgo, un poco mayor en mujeres que hombres, y a la que se llegará a partir de los 7 años, y de manera definitiva alrededor de los 11 años. En estos casos, que son la mayoría, esta deformidad es conocida como “Genu Valgo Fisiológico”, y es el patrón angular normal del niño en edad escolar.

¿Cómo saber si el choque de rodillas es normal?

Es muy importante la edad de los niños que presenten la afectación, normalmente se encuentran entre 3 y 5 años. Otro dato importante es el grado de deformidad, así como la presencia de asimetría en la afección.

Es importante mencionar que los niños con sobrepeso suelen mostrar un aspecto falso de mayor deformidad o choque de rodillas, debido al mayor diámetro de sus muslos, pero que a la larga podría retrasar la resolución espontánea de esta deformidad angular. También es necesario valorar si el choque de rodillas produce alteraciones de la marcha, o al momento de correr.

Ocasionalmente el niño puede referir dolor en las rodillas o en los pies, por ello conviene consultar con el especialista en Ortopedia Pediátrica, quién valorará la intensidad del mismo y su relación con las características posturales presentes, si la situación persiste en el niño mayor o si la apariencia es marcada, en cuyo caso será preciso realizar algún estudio complementario que permita descartar patología o bien, confirmar la normalidad.

Causas.

Algunas causas de deformidad que no se resolverán de manera espontánea y que por tanto resulta importante descartar, se relacionan con las siguientes enfermedades:

  • Enfermedad de Blount: Alteración en la zona de crecimiento de la tibia en la rodilla que provoca la deformidad progresiva.
  • Enfermedades metabólicas con trastornos de la osificación: Entre ellas destacan las de origen renal como raquitismo hipofosfatémico.
  • Displasias esqueléticas: Trastornos del desarrollo de los huesos de origen genético.

Tratamiento.

Durante los primeros años la vigilancia estrecha y observación clínica periódica es lo más adecuado, en espera de resolución espontánea, siempre y cuando el médico haya descartado otras enfermedades.

Es importante señalar que este patrón angular de deformidad en las extremidades inferiores de los niños presenta un amplio rango de normalidad y es muy variable de un niño a otro, incluso entre hermanos. Por ello no hay que considerar patológico encontrar un cierto grado de genu varo en niños un poco mayores. Incluso estos casos, si los valores están dentro del rango normal, no precisan tratamiento.

Hoy en día se sabe que los aparatos ortopédicos no presentan una mejoría considerable en el tratamiento de la rodilla vara, por lo que no se recomienda su uso.

En algunos casos, como en el niño pequeño con enfermedad de Blount, especialmente unilateral, se puede corregir la deformidad mediante el crecimiento guiado, que es una técnica quirúrgica de mínima invasión. Cuando el genu varo sobrepasa los valores normales, especialmente si existe alguna enfermedad ósea como las comentadas, está indicada la cirugía correctora para recuperar la alineación de las rodillas.

Pronóstico.

Normalmente la deformidad cuando es fisiológica se corrige de manera espontánea sin presentar ningunos problemas, sin embargo, los pacientes que son sometidos a cirugía tienen una vida normal en un buen porcentaje, sin secuelas que pudieran perjudicarlos en un futuro.

¿Cuándo contactar a un especialista?

Usted puede contactarme cuando sospeche algún problema de las rodillas del niño o cuando la afección de la rodilla sea solo de un lado, el niño presente dolor y haya una disminución en la calidad de vida de su hijo. O si existe además de la curvatura en rodilla un acortamiento importante de la extremidad.

Es importante comentar que mientras más oportuno sea el tratamiento, mejores resultados tendrá el niño afectado.

Referencias.

Lowell and Winters’s Pediatric Orthopaedics. Chapter 27. Perry L. Schoenecker and Margaret M. Rich: The lower wxtremity. Raymond T. Morrissy and Stuart L. Weinstein editors. Fifht edition, Volume 2, pag 1060. Lippincott Williams and Wilkins, 2001

Practice of pediatric orthopedics. Linn T. Staheli. Second edition. Lippincott Williams and Wilkins, 2001