Pie equinovaro aducto congénito
Se presenta cuando el pie se curva hacia adentro y hacia abajo. Es una afección congénita, lo cual significa que está presente al nacer. Se conoce también como pie Zambo, pie Bot.

Causas.
El pie zambo es el trastorno congénito más común de las piernas. Puede ir de leve y flexible a grave y rígido.
Los estudios al microscopio de los tejidos muestran que los tendones de la cara posterior e interna de la pierna son mucho más densos, con más células y menos tejido laxo que los tejidos normales. Ello podría provocar un crecimiento anómalo de los mismos y desencadenar la deformidad progresiva en el feto durante su desarrollo a lo largo del embarazo.
Otras teorías hablan de una causa genética o familiar, de una causa mecánica, por falta de espacio para la formación del feto durante el embarazo, o bien de una detención precoz en el crecimiento del pie que hace que sus huesos no lleguen a ocupar su posición y forma correcta.
También presente en niños con enfermedades musculares, por eso lo correcto es hacer una buena exploración física en todos los niños recién nacidos.

Síntomas.
La apariencia física del pie puede variar y uno o ambos pies pueden estar afectados.
El pie rota hacia adentro o hacia abajo al momento del nacimiento y es difícil ubicarlo en la posición correcta. Los músculos de la pantorrilla y el pie pueden ser ligeramente más pequeños de lo normal en los niños afectados.

Tratamiento.
Lo más recomendado es empezar a tratar en los primeros días de vida, colocando unos yesos correctivos. Cuando el niño es tan pequeño sus huesos tienen mucha plasticidad y capacidad de remodelación, por lo que, tras la colocación de varios yesos aplicando una corrección progresiva podremos llegar a obtener un pie prácticamente normal (Método Ponseti).
El tratamiento con el método Ponseti tiene que ser dado por un ortopedista pediatra que conozca muy bien la técnica y pueda realizarla de manera correcta. Es fundamental la correcta limpieza y conservación de dichos yesos para que el bebé esté lo más cómodo posible.
En general, entre 3 y 5 cambios de yeso se consigue la corrección completa de la deformidad excepto la posición en puntillas. En este punto se debe realizar una pequeña intervención: alargamiento percutáneo del tendón de Aquiles. Se realiza con anestesia local y no precisa ingreso hospitalario. Inmediatamente después se coloca un último yeso en la postura de máxima corrección, que se deja entre dos y tres semanas.
Como la deformidad tiene gran tendencia a reproducirse, después de conseguida la postura normal del pie, colocamos un pequeño aparato (férula de abducción) que mantiene los pies en la postura correcta por el periodo de tiempo que el especialista considere correcto para evitar que la deformidad regrese.
En los casos en que el niño sea demasiado mayor para tolerar los yesos o en los que no se consigue una corrección suficiente con ellos, se practicará el tratamiento quirúrgico, que será más o menos complejo en función del grado de la deformidad.

Pronóstico.
Los resultados suelen ser buenos con el tratamiento. Es importante mencionar que cuanto antes se inicie con el tratamiento los niños tienen un mejor pronóstico.


Diagnóstico.
Dado que esta malformación congénita se produce durante los primeros meses de la gestación suele ser posible su visualización en el estudio ecográfico del feto de 20 semanas, por lo que cada día es más habitual el diagnóstico de sospecha prenatal.
El diagnóstico de confirmación es fácil tras el nacimiento, observando la forma del pie hacia abajo (equino) y adentro (varo) y comprobando que por manipulación no somos capaces de obtener una posición normal.
Se necesita experiencia para distinguirlo de otras malformaciones congénitas del pie como el astrágalo vertical congénito, y de algunas deformidades de mucho mejor pronóstico como el metatarsus adductus o el pie talo.

Complicaciones.
Es posible que algunos defectos no se reparen por completo; sin embargo, el tratamiento puede mejorar la apariencia y el funcionamiento del pie, cuando la afectación es unilateral suele haber una leve asimetría que no se aprecia cuando la afectación es en ambos pies.
El tratamiento puede ser menos efectivo si el pie zambo está ligado a otros trastornos congénitos.

¿Cuándo contactar a un especialista?
Generalmente el diagnóstico de esta patología suele ser desde el momento del nacimiento, por lo que contactar un profesional para el tratamiento debe darse cuanto antes.
Si su hijo se encuentra ya en tratamiento, acudir al especialista cuando:
- Los dedos se hinchan o cambian de color con la férula.
- La férula pueda estar causando un dolor significativo en el niño.
- Los dedos del pie desaparecen dentro de la férula.
- La férula se sale del pie.
- El pie se comienza a voltear de nuevo después del tratamiento.
Referencias.
Kelly DM. Congenital anomalies of the lower extremity. In: Canale ST, Beaty JH, eds. Campbell’s Operative Orthopaedics. 12th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Mosby; 2013:chap 29.
Ricco AI, Richards S, Herring JA. Disorders of the foot. In: Herring JA, ed. Tachdjian’s Pediatric Orthopaedics. 5th ed. Philadelphia, PA: Elsevier Saunders; 2014:chap 23.
Diagnóstico y tratamiento del pie equino-varo en el paciente pediátrico. México: Secretaría de Salud, 2010.